miércoles, 7 de julio de 2021

3.2.- El Paraíso (II). 2º Bachillerato

 

Reflexionar sobre la fe en el ámbito de la ciencia

Para analizar la relación de la fe con la ciencia en la modernidad, vamos a ver una serie de actitudes de las personas ante la fe en su diálogo con la modernidad. ¿Puedes identificar a algunas personas que vivan así su fe hoy en día?


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Una vez expuestas las diferentes posturas vamos a analizar tu entorno cercano y también algunos personajes famosos e «influencers» que conozcas….
 
  • ¿Cuál de las posturas es la más común? 
  • ¿Por qué crees que es así? 
  • ¿Puede una persona creyente ser un buen científico? 
  • ¿Y al revés?




A continuación tienes una textos que también están en Classroom.

Texto #1: Los relatos de la creación y la ciencia

Los datos de la ciencia acerca del origen del mundo y del hombre chocan con la visión que da la Biblia. La aparición de un universo perfecto, en seis momentos y gracias a órdenes divinas, no puede ser aceptada por la ciencia, que habla de cifras alucinantes y confiesa no conocer cómo fue el comienzo: ¿una explosión, el célebre big bang? ¿La energía se rompe y da lugar a la materia? Aunque ignore la forma, la ciencia no admite un cosmos obra de un arquitecto supremo que coloca los muebles en unos espacios ya construidos, Por otro lado, está demostrado que el hombre representa el culmen de un proceso evolutivo. Se han descubierto restos que confirman el paso por una serie de escalones hasta llegar al Homo sapiens, la especie actual. En los últimos años dos hallazgos en España, el hombre de Orce y los de Atapuerca, se suman a los innumerables encontrados en otras partes del mundo. Enfrente se sitúa la imagen mítica de un Creador que moldea con polvo una figura, se la acerca a la cara y le sopla, y así aparece el hombre. Dos concepciones que, aparentemente, son opuestas.
Las posturas son irreconciliables: así es y así debe ser. Porque son dos planteamientos distintos: la ciencia investiga sobre lo que aconteció, mientras que la Biblia reflexiona sobre lo acontecido; a la ciencia le interesa el proceso, a los libros santos el resultado final. Los autores del Génesis ni podían saber, ni les preocupaba cómo apareció el mundo o el hombre, Su interés fue buscar, en lo que veían y palpaban, enseñanzas religiosas para la vida. El científico y el hombre bíblico contemplan: ambos aprenden, uno los pasos alucinantes de una perfección cada vez mayor; el otro la grandeza y bondad del Dios que crea. El lenguaje del científico es lógico y técnico: busca la precisión,’ el del autor bíblico es metafórico, simbólico: busca la belleza y la reflexión interior. No hay que enfrentar a la ciencia con la Biblia, como tampoco a la pintura con la historia, ni a la poesía con la realidad, ni al sentimiento con el pensamiento. Son unidades que pertenecen a mundos distintos, heterogéneas, y cada persona puede acceder a la realidad por caminos que, al parecer, son contradictorios. Ciencia y Biblia enseñan, pero cada una a una parte de la personalidad, enriqueciéndola con valores distintos,”

La Biblia para jóvenes, Edebé.


Texto #2: El milagro del mundo

El milagro del mundo

Aquí se encuentra el punto débil de los positivistas y de los ateos profesionales, que se sienten felices porque tienen la conciencia no sólo de haber librado con pleno éxito el mundo de dioses, sino de haberlo despojado de milagros. Lo curioso es que debemos contentarnos con reconocer el milagro, sin que yo vea un camino legítimo para ir más allá, Me veo forzado a añadir esto expresamente, a fin de que no creas que, debilitado por la edad, he sido presa de los curas.”

Albert Einstein

Texto #3: El absurdo del porque sí

La ciencia no explica más que el mecanismo de las cosas. Ni siquiera eso pues, en rigor, se limita a describir dichas cosas como parecen articularse en el desarrollo de los fenómenos. Nada se sabe de la íntima ciencia. Y es pueril suponer que el conocimiento superficial de esos mecanismos nos ahorra la explicación de las causas primeras y de los destinos finales , Ante el espectáculo del cielo diáfano, rutilante de constelaciones, pretender que todo esto ha existido siempre porque sí, y ha ido evolucionando porque sí, regido por unas leyes maravillosas que se han creado a sí mismas, espontáneamente, porque sí—lo cual es precisamente la no explicación de los otros por qué—, resulta muchísimo más absurdos

Carlos Buigas



Actividad para reflexionar:

  • Resumir la idea central de cada uno de los textos (puedes subrayarla en el texto)
  • Anotar los argumentos que las sustentan.
  • Escribe dos  argumentos que sustenten: «La creencia cristiana de la creación del mundo no se contradice con la teoría de la evolución biológica que explica el origen y la evolución de la materia y la vida».

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